El control del peso contribuye de forma eficaz a reducir el riesgo cardiovascular en personas obesas y con sobrepeso
La obesidad y el sobrepeso, especialmente la grasa abdominal, están asociadas a un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. La pérdida de peso reduce el riesgo de morir por una enfermedad cardíaca. Asimismo, ayuda a prevenir o controlar la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto y contribuye a prevenir las enfermedades cardiovasculares. La pérdida de peso se puede lograr comiendo menos y haciendo ejercicio.
La obesidad es una enfermedad crónica grave que ha alcanzado la magnitud de epidemia a nivel mundial. Alrededor de 1500 millones de adultos en todo el mundo tienen sobrepeso y, de ellos, 200 millones de hombres y 300 millones de mujeres son obesos. Estos valores se han duplicado desde 1980.
El sobrepeso y la obesidad se miden utilizando el índice de masa corporal (IMC). Calcule su IMC dividiendo su peso en kg por su altura en metros cuadrados (kg/m2) como se muestra a continuación:
- Para un hombre, 77 kg y 1,70 m, el IMC es 77/(1,70 x 1,70) = 26,6
- Para una mujer, 63 kg y 1,65 m, el IMC es 63/(1,65 x 1,65) = 23,1.
Clasificación del sobrepeso y la obesidad según el índice de masa corporal (1)
Categoría de obesidad | IMC (kg/m²) | |
Desnutrición | < 18.5 | |
Normal | 18,5 – 24,9 | |
Sobrepeso | 25,0 – 29,9 | |
Obesidad | I | 30,0 – 34,9 |
II | 35,0 – 39,9 | |
Obesidad patológica extrema | III | ≥ 40 |
Las personas obesas y con sobrepeso tienen más probabilidades de sufrir infartos y accidentes cerebrovasculares. La grasa abdominal en particular está relacionada con otros factores de riesgo cardiovascular como la diabetes, la hipertensión, el aumento de la masa cardíaca y el colesterol alto. Todos estos factores de riesgo provocan que el colesterol se acumule en las paredes de las arterias y se creen placas. Estas placas pueden eventualmente obstruir parcial o totalmente una arteria que suministra sangre al corazón, causando un infarto de miocardio, o una arteria que suministra sangre al cerebro, causando un accidente cerebrovascular.
La pérdida de peso en pacientes obesos reduce la probabilidad de muerte prematura en torno a un 20 %. En pacientes obesos o con sobrepeso con diabetes, la pérdida del 10 % del peso corporal reduce la probabilidad de un infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular muerte prematura entre un 20 % y un 25 %.
La mayoría de las personas pueden perder peso con cambios en el estilo de vida, pero en algunos casos también se emplea el tratamiento farmacológico y la cirugía. Reducir el aporte calórico entre un 20 % y un 25 % y hacer ejercicio (consulte otros capítulos) ayuda a prevenir o controlar la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto. Su alimentación también es importante. Aumente el consumo de frutas y verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales y limite los azúcares y la grasa animal. Esto le ayudará a bajar de peso y le protegerá contra enfermedades cardíacas.
Cuando nos enfrentamos a casos graves de obesidad, la cirugía bariátrica puede que sea la opción adecuada para tratarla, lo que se evaluará en un centro especializado.