La mayoría de las personas pueden reincorporarse al trabajo después de haber sufrido un infarto de miocardio.
Puede reincorporarse al trabajo transcurrido un mes después de un infarto agudo de miocardio si no hubo complicaciones durante la hospitalización o rehabilitación. La reincorporación al trabajo después de un infarto de miocardio es un indicador importante de recuperación. Las mujeres más jóvenes son más propensas que los hombres de edad similar a perder su trabajo lo que indica una peor recuperación.
El tiempo que esté sin trabajar depende de varios factores que deberá tratar con su cardiólogo. Estos incluyen la duración entre la aparición del dolor torácico y la intervención, la ubicación del infarto de miocardio, la capacidad de bombeo del corazón, el tipo de procedimiento utilizado para restaurar el flujo sanguíneo a los vasos estenosados y el grado de restauración, si hay otras arterias coronarias estenosadas que necesitan ser abiertas o tienen estenosis inaccesible, la estabilidad del ritmo cardíaco, la duración de la hospitalización, las complicaciones en el hospital y la participación en programas de rehabilitación cardíaca. También se debe considerar el tipo de trabajo (trabajo manual frente a trabajo de oficina).
Es crucial seguir un programa completo de rehabilitación cardíaca ambulatorio (después de haber recibido el alta hospitalaria) para recuperar la capacidad funcional y recibir la prescripción de un programa de ejercicio físico personalizado. La mayoría de los programas duran entre tres y seis semanas.
Para trabajos que requieren un esfuerzo físico bajo o moderado, normalmente los pacientes se reincorporan al trabajo si la función de bombeo del corazón es normal y no hubo complicaciones durante la hospitalización o rehabilitación.
Los pacientes con trabajos que exijan un esfuerzo físico deberán someterse a una ergometría al mes del alta. Si no hay ningún flujo sanguíneo restringido (isquemia) o síntomas, el paciente puede reincorporarse al trabajo de manera inmediata.
La regla de oro es evitar grandes esfuerzos físicos durante el primer mes después de haber sufrido un infarto de miocardio. Igualmente importante es practicar ejercicio físico de manera regular para mejorar la recuperación y la calidad de vida. Prolongar la baja por enfermedad no suele ser beneficioso y se recomienda hacer ejercicio físico de intensidad baja a moderada después del alta.